jueves, 10 de enero de 2008

El cielo ya nunca será igual

Desde que los obispos, cardenales, sacerdotes y demás índole eclesiástica inunda las calles con sus "revindicaciones sociales", el cielo se ha llenado de obreros de la revolución industrial. Marchan todos cabizbajos intentando llenar los púlpitos de pancartas reivindicativas, planfetos ácratas y lecciones de Esperanto. Pero los pobres no se aclaran. No dejan de mirar de reojo a aquel señor de pelo largo crucificado detrás de ellos y se preguntan, cuando podrán volver al infierno ( cristiano ) o por lo menos a los Campos elíseos del cielo.

No hay comentarios: